Las clases se desarrollan en sesiones semanales, generalmente los martes.
La sesión se divide en dos partes. La primera parte se dedica a la preparación de problemas. Después de un breve descanso, la segunda parte de la clase se centra en la preparación de la programación y de las unidades didácticas, así como al uso de programas y herramientas digitales y de programación.
Para la preparación de los problemas se cuenta con una amplia relación de enunciados, graduados en dificultad y completamente resueltos, abarcando todas las disciplinas implicadas en la preparación de la especialidad de Tecnología. El opositor podrá acceder a los archivos originales de los libros de Problemas y Proyectos de Tecnología, de editorial 7 Editores, de los que soy su autor. Además contaréis con los problemas resueltos de las convocatorias de años recientes.
Se incorpora también la preparación de programación e informática. Cada vez es más común encontrar preguntas o test relacionados con informática y programación. Este bloque se prepara con cómodos test que proporcionan feedback muy útiles para conseguir una buena preparación.
La preparación de la parte didáctica, programación y unidades didácticas se articula en el análisis de la legislación, la elaboración de unidades didácticas y de la programación. Una vez analizada la legislación, referencia fundamental de nuestra labor docente, se comienza con la elaboración de las unidades didácticas y de la programación a partir de modelos y referencias detalladas. Se proporcionan herramientas y recursos para que el opositor pueda personalizar y hacer propia tanto su programación como sus unidades didácticas, elemento fundamental para destacar en la segunda fase de la prueba de oposición.
En esta segunda parte también se dedica tiempo al conocimiento de herramientas y recursos tales como drive o classroom, kahoot, arduino, scratch, sketch up, etcétera.
El proyecto técnico, que forma parte de la prueba práctica de la oposición en algunas comunidades autónomas, es trabajado en clase, proporcionando, además, proyectos resueltos y estrategias para afrontar supuestos prácticos.
No se explican temas teóricos. En el actual sistema de acceso, el opositor desarrolla un tema de entre cuatro o cinco elegidos al azar. Por este motivo, el opositor estudia un número de temas que no suele ser superior a 30 en la mayoría de los casos, y muy a menudo, en número menor. Si se decidiese explicar un tema cualquiera durante la sesión, es posible que más de la mitad de los opositores no tuvieran intención de prepararlo, lo que les supondría una pérdida de tiempo, y de dinero.
Sólo se explica la teoría necesaria y con carácter puntual, útil para el desarrollo de los problemas.
Seguimiento individualizado.
Cada semana se propone un problema de repaso con la finalidad de ir consolidando los diferentes bloques de problemas. El problema es enviado por el opositor al preparador para su revisión y orientación y, si es necesario explicaciones o aclaraciones pertinentes. Se suelen utilizar problemas de examen de convocatorias anteriores.
El preparador irá revisando los temas que el opositor vaya preparando, para orientarle y proponerle cambios en los contenidos, estructura o redacción y presentación de los mismos. Estos temas son enviados por correo y devueltos una vez comentados por el preparador.
A medida que el opositor vaya elaborando la programación, y posteriormente las unidades didácticas y situaciones de aprendizaje, serán enviadas al preparador para su revisión y propuestas de mejora. Del mismo modo, acabada la programación, se propondrá al opositor el envío de la exposición y defensa de programación y unidades didácticas en formato de vídeo para su valoración.
La revisión de los temas, programación y unidades didácticas se realiza en el plazo máximo de 10 días.
Se realizan dos o tres simulacros de examen a partir del mes de enero para que el opositor pueda exponerse a una situación similar a la de la oposición.